martes, 9 de febrero de 2016

¿Conoces el estilo de vida “paleo”?




Algunos dicen que es la dieta de moda, pero sus seguidores la defienden, argumentando que es un estilo de vida. Aquí te presentamos un poco sobre la vida paleolítica o paleo y checa si te animas a adoptarla.

Su nombre, paleo o paleolítica, viene precisamente del periodo llamado paleolítico de la historia del ser humano (la edad más larga, por cierto), en la cual el hombre era nómada y utilizaba herramientas de piedra. La vida paleolítica lo que propone es precisamente vivir de acuerdo a ese periodo, en el sentido de la alimentación, es decir, alimentarse de la misma forma en que lo hacía el hombre de la edad de piedra: animales, varios tipos de plantas y algunas frutas. De acuerdo a sus seguidores, una manera muy práctica de determinar si deberíamos comer “X” alimento es preguntarse si éste existía en esa época, y si era así, era comestible o tenía características similares a las que tiene hoy.

El objetivo de la vida paleo no es bajar de peso, ya que no es una dieta, y muchos de sus seguidores no tienen sobrepeso. Al final, lo que se busca es optimizar la calidad de vida.



Nutricionistas y veganos

Este estilo de vida causa controversia, ya que anima al consumo de carnes, algo que los vegetarianos rechazan totalmente; y con los nutricionistas, pues descarta el consumo de cereales como: trigo, avena, cebada, maíz, alimentos que éstos consideran importantes en la dieta de los seres humanos.

De acuerdo al blog vidapaleo.com, para alcanzar una salud óptima no hay que consumir alimentos como los granos, puesto que nunca se consumieron durante los primeros 190,000 años de la historia del hombre. “¿Cómo hicieron nuestros ancestros para disfrutar de una salud óptima por tanto tiempo sin trigo o avena? (y sí, tenían una salud óptima, muchos estudios paleontológicos lo demuestran)”, alega el autor del blog.


¿Qué comer y qué no?

La dieta de la vida paleo se rigen por los siguientes alimentos y prohibiciones.

*Carnes: pero la que proviene de animales que han sido alimentados con una dieta acorde a lo que normalmente comerían en estado silvestre. Por ejemplo, carne de res, aves o mariscos que provienen de su hábitat natural, es decir, no de animales que han sido criados en granja y alimentados con maíz u otro elemento que no sea de su vida silvestre.

*Huevos: siempre que sean de gallinas que hayan tenido de alimentos: insectos, brotes o semillas de árboles.

* Grasas de origen animal y de frutos: las saturadas y mono insaturadas son buenas y deseables. Se recomienda consumirlas en cantidades liberales: manteca (la natural, no hidrogenada), mantequilla, crema de leche y quesos grasosos (siempre y cuando no se tenga problemas con la lactosa); aceite de pescado, la yema de los huevos. Grasas en frutos: aceite de coco, aceite de oliva y el aceite de las nueces, pecanas, etc. Prohibido el maní, ya que es semilla, no fruto.

*Ensaladas verdes variadas, usando como aderezos aceite de oliva extra virgen, vinagre balsámico, sal y pimienta.

* Verduras suculentas: ya que son ricas en buenos carbohidratos, es decir, carbohidratos complejos, sin gluten o anti nutrientes, como el ayote o calabaza, la berenjena, el pimiento, coliflor, brócoli, alcachofa, espárragos, zucchini (calabacilla), etc.


No comer:

*Aceites vegetales industriales, puesto que son fabricados artificialmente y nunca formaron parte de la dieta del hombre: aceite vegetal, aceite de semilla de girasol, de algodón y cualquier otro tipo de semilla.

*Fructuosa en cantidades excesivas: el hombre de las cavernas tenía acceso a frutas que generalmente eran más pequeñas y con menos contenido de fructuosa que las que encontramos hoy. Además, estaban disponibles solo en determinadas estaciones del año. Algunas de las permitidas son las bayas y limas.